lunes, 16 de noviembre de 2015
#25EcoTips
-Para almacenar información digital, usa CD re-escribibles o pendrives. Así generas menos residuos.
-Puedes ahorrar tinta al imprimir usando EcoFont, un software que “perfora” las letras de tu tipografía.
-Utiliza productos #FSC (origen de la madera certificado que garantiza una producción responsable), tanto para los productos de papelería como para los muebles de oficina, los pisos flotantes y todo elemento que provenga de la madera.
-Adhiere a resúmenes bancarios digitales y realiza pagos virtuales para ahorrar papel. En su defecto, elige mandatarios que circulen en bicicleta, para evitar la emisión de gases contaminantes de tus proveedores.
-Llena de plantas tus espacios para compensar las emisiones de CO2 y recuerda regarlas por la noche, para no desperdiciar agua por evaporación en los momentos de calor (además, puedes juntar agua de lluvia y no utilizar recursos potables).
- Quítate la costumbre de pasar por Google o cualquier otro buscador si ya conoces la página a la que deseas llegar. Si vas directamente, ahorras energía de tu computadora y de los servidores que funcionan en algún lado del mundo para que vos puedas navegar.
-Invita a tus compañeros a utilizar sus propias tazas, evitando los descartables. Es preferible, además, comprar envases “familiares” (paquetes de 1 kg) de azúcar, café o té y no los que vienen en sobres individuales, pues ahorras papel, costos de transporte y emisiones de CO2 de la producción.
-En invierno, no calefacciones los ambientes en exceso, pues luego terminas abriendo las ventanas “para que entre aire” y desperdiciando la energía que habías utilizado para templar la oficina. Recuerda que para calefaccionar, cualquier sistema es preferible el eléctrico.
-En verano, lo ideal es regular los equipos de aire acondicionado en 24° y que todos los ambientes estén protegidos con puertas cerradas y cortinas traslúcidas en las ventanas por las cuales entra el sol directamente.
-Al adquirir los equipos, ten en cuenta su nivel de eficiencia energética (en la escala A-F, los productos “A” son los mejores).
-Al planificar la iluminación, es ideal tener en cuenta la luz natural, ya que no solo permite ahorrar energía sino que además mejora el clima de la oficina.
-Al comprar las lámparas y tubos, elegir las de bajo consumo porque utilizan 1/4 de la energía que usan los tradicionales y duran entre 8-10 veces más. Pero hay que tener cuidado porque cuando ya no sirven, el gas capturado dentro de las mismas es tóxico y requiere un tratamiento especial entre los residuos. Las lámparas de LED son aún más eficientes.
-Para calentar el agua de las infusiones, es preferible utilizar gas a una pava eléctrica. Y no es recomendable que en los pasillos haya un dispenser que permanentemente tenga agua fría y caliente a disposición (¡y si los hay, no deben quedar encendidos toda la noche!).
-¡Reciclen! Antes de tirar lo que consideran que ya no sirve, inviten a sus compañeros a pensar en una nueva utilidad que permita reutilizar cualquier cosa. Por ejemplo: con pedazos de Durlock es muy sencillo hacer pizarrones o con una sartén una base para macetas.
-Revisen el documento en la pantalla antes de imprimirlo y háganlo solo en caso de ser realmente necesario. Si consideran que necesitan una copia en papel, pueden seleccionar e imprimir solo la parte pertinente, no todo el documento.
-Las hojas de descarte, tanto de impresoras como de fotocopias, pueden convertirse en pequeños anotadores y cuadernos reciclados.
-Configuren todas las impresoras para que por defecto impriman en doble faz y en modo de ahorro de tinta. Si tienen buena vista, pueden imprimir con la opción “Dos páginas por hoja” (si le suman la doble faz, en una hoja se llevan cuatro páginas).
-Al terminar el día o irte a almorzar, apagar el monitor, desconectar enchufes y/o alargues para evitar el consumo obsoleto.
-Usa protectores de pantalla oscuros y con tiempos cortos, así ahorras energía. ¿Sabías que una compu encendida de noche consume la energía necesaria para imprimir 10.000 copias? No la desperdicies.
-Puedes disponer de un espacio para juntar papel y cartón seco que ya no se vaya a utilizar. También puedes separar el resto de los residuos sólidos urbanos y llevarlos a la cooperativa de reciclaje más cercana. Y en lugar de tirar como basura los residuos orgánicos, dejarlos en las plantas o en el jardín, ya que sirven como abono.
-Si las tareas lo permiten, puedes facilitar que tus colaboradores trabajen desde casa, evitando el transporte innecesario y por ende las emisiones de CO2.
-Antes de tomarte el ascensor, piensa en que un poco de actividad física no está nada mal. ¡Y elegí las escaleras!
-Si la distancia o el clima o el tipo de trabajo que realizas no te permite ir a trabajar en bicicleta, la opción más eficiente es el transporte público. Y si decides tomar tu automóvil, invita a algún compañero a compartir el viaje.
-Si en tu empresa son tan buenos que te ofrecen bebidas gratis, puedes proponer que no sean latas o envases individuales, sino familiares; y compartirlos a conciencia. Además, recuerda que evitar las bebidas gaseosas no solo hace bien a tu salud sino que además reduces la huella hídrica de tus consumos (y el de tu oficina).
-Contagia a tus proveedores más cercanos a replicar tus prácticas en sus propias oficinas .
-Convierte tu oficina en un “espacio facilitador”, para que tus clientes o usuarios se sumen a tus prácticas y se potencien tus resultados (por ejemplo en cuanto al reciclaje de tapitas plásticas o la separación de residuos de los vecinos o en el consorcio del edificio)
-Evita traslados innecesarios cuando puedes incorporar nuevas tecnologías para tus reuniones (videoconferencias, hangouts en Google+, encuentros en Skype, etc.) y capacitaciones (la oferta de educación online es cada vez más atractiva).
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