Para vacaciones familiares lo que te imaginas es: tardes meciéndote plácidamente en la hamaca, tus hijos jugando felices cerca de ti. Lo que sucede: no paras ni un segundo, tu tu hijo llora más que nunca, olvida por completo que tiene horarios de siesta y tu agotada y de muy, pero muy mal humor.
Con un poco de paciencia, buen humor y planeación, podrás tener las vacaciones familiares que sueñas.
- Date tiempo: Cuando viajas con niños pequeños, todo se tarda mucho más. No quieras hacer todas las actividades posibles en el destino que elegiste. Tómate tu tiempo (o dale el tiempo que tu hijo necesita) a las comidas y los descansos. Recuerda que tu hijo va a querer descubrir todo lo que le ofrece un lugar nuevo, así que caminar de tu cuarto a la alberca puede convertirse en toda una excursión.
- Comidas y siesta, no negociables: No te esperes a que mueran de hambre para ir a comer, ni creas que brincarse la siesta porque está muy divertido vale la pena. Si quieres niños felices y disfrutando las vacaciones, una de las formas de garantizarlo es con comidas y descansos regulares. Su horario, aunque esté fuera de casa, debe alterarse lo menos posible.
- Saca fotos y video: La experta en felicidad Gretchen Rubin, afirma que una de las maneras de que las personas se pongan contentas en el presente, es recordar los momentos felices del pasado. No dejes de tomar fotos, guardar algún recuerdo que sea significativo por la referencia que hace a la aventura familiar y hacer un álbum o video que puedas compartir y disfrutar. No dejes fuera la foto de tu bebé que le puedas enseñar cuando sea adolescente, aunque seguro le dará pena, seguro a ti te traerá grandes recuerdos.
- Empaca todo, todo: Una de las cosas que más te pueden sacar de quicio es necesitar algo y no tenerlo a la mano. Recuerda, en vacaciones y en sitios alejados, a veces resolver las necesidades más triviales pueden volverse un tema de logística complicado. No olvides un botiquín, bloqueador solar y repelente de mosquitos orgánico.
- Fluye y date tu tiempo: Tu también estás de vacaciones, mereces un rato para leer, no pensar en nada y descansar, dátelo cada día. Recuerda, no todo va a salir tal y como lo planeaste. En un viaje la convivencia es más intensa, hay muchos estímulos y tus bebés pueden estar irritables o muy acelerados. Si tienes un mal rato, no le tomes tanta importancia, seguro más adelante la situación cambia y tu familia vuelve a estar feliz y armónica disfrutando sus vacaciones.
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