viernes, 19 de mayo de 2017

Turismo por inercia, pese a su potencial

El turismo es uno de los grandes componentes de la economía mexicana: genera cerca del 9% del PIB, 9 millones de empleos directos e indirectos y es la cuarta mayor fuente de divisas en el país. El año pasado, México recibió 35 millones de turistas internacionales, lo que lo convirtió en el octavo país más visitado del mundo y el primero de América Latina.
Dicho lo anterior, surgen dos preguntas relevantes que debemos hacernos para reforzar el papel del turismo en la economía de México: ¿Qué hemos hecho bien? ¿Qué retos debemos afrontar para hacer del turismo una herramienta de nuestro crecimiento sostenido?
Primero, las razones del relativo éxito en el turismo son obvias. México cuenta con características naturales, culturales y geográficas que lo hacen único en el mundo. Tenemos 28 lugares considerados Patrimonio Cultural de la Humanidad, seis como Patrimonio Natural y su comida es una de las cuatro cocinas en el planeta (junto con la japonesa, la mediterránea y la francesa) catalogadas como Patrimonio Intangible.
En 2013, México era el decimoquinto país más visitado en el mundo; en 2016 subió al octavo y se espera que, en 2017, sea el séptimo. De acuerdo con el World Economic Forum (WEF), México ha hecho bien al mejorar principalmente en tres áreas: el uso de sus recursos naturales, el uso de sus recursos culturales y, finalmente, su infraestructura para servicios turísticos.


A pesar de todo esto, México tiene mucho potencial sin aprovechar como destino turístico. Por ejemplo, los ingresos relativos que percibimos por turista siguen siendo bajos. Esto es porque México se ha posicionado como un destino turístico barato, lo cual explica que, a pesar de ser el octavo país más visitado, se encuentre en el lugar 17 de ingresos por turismo.
Nuestra nación debería poder igualar el gasto promedio en turismo de naciones como India y Australia, ya que cuenta, en un sólo país, con una oferta que podría equivaler, en lo cultural, a la primera y, en lo natural, a la segunda. Esto nos lleva a la segunda pregunta de esta columna, respecto de los retos que debemos de afrontar para mejorar nuestro turismo.
  1. Seguridad. México está en el lugar 113 en el pilar de seguridad del WEF. Aunque se ha mejorado la seguridad en ciertas zonas turísticas del país, la inseguridad es uno de los principales motivos por los que un turista no escogería a México.
  2. Sustentabilidad ambiental. Si una de las ventajas competitivas de México en turismo son sus recursos naturales, debemos trabajar para protegerlos igual que trabajamos en su promoción.
  3. Conectividad. México obtiene una de las peores calificaciones del índice del WEF en los dos pilares que reflejan la conectividad: infraestructura aérea e infraestructura terrestre y portuaria. En lo que se refiere a la infraestructura terrestre y portuaria, nuestra mayor área de oportunidad es la densidad de la red de carreteras.
A su vez, el país necesita potenciar otros destinos turísticos, además de sus playas. Actualmente, Quintana Roo recibe el 47% de los turistas internacionales, mientras que el siguiente destino es la Ciudad de México, con sólo el 11%. También es conveniente diversificar la fuente de origen de los turistas, dado que 57% de los viajeros que llegan a nuestro país por avión lo hacen de Estados Unidos.
México tiene características naturales y culturales únicas que lo vuelven una potencia en turismo. Hasta el día de hoy, nuestros recursos naturales y nuestra posición geográfica han hecho un gran trabajo para volvernos uno de los 10 países más visitados en el mundo. Imagínense dónde estaremos cuando les ayudemos con inversión, estado de derecho e innovación.
Para ello, es buena idea tomar en cuenta qué se ha hecho bien, pero, sobre todo, qué se puede hacer mejor.


Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes.

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