martes, 19 de julio de 2016

La venganza de Moctezuma… y otros riesgos que los turistas deben prevenir en sus viajes



Si hay algo tan satisfactorio como viajar, es regresar con bien a casa. Sin embargo, en ocasiones hay contratiempos que hacen pasar un mal rato, desde una intoxicación o insolación, hasta un robo o incidente grave. Afortunadamente muchos de ellos los podemos evitar y expertos en distintas áreas nos dicen cómo.

Imagen: Shutterstock
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Ciudad de México, 15 de julio (SinEmbargo).– No es una maldición ni un mito prehispánico, “la venganza de Moctezuma” ha sido una realidad para cientos de turistas que visitan México y regresan a su país con kilos de menos y grandes recuerdos de los baños del hotel u hospital, debido a una Enfermedad Transmitida por Alimentos (ETA), que si bien puede deberse a que los platillos que ingirió estaban contaminados, también a que no están acostumbrados a llevarse a la boca los microorganismos que quienes habitan determinada ciudad. Y que aquí seguimos, ya muy adaptados.
Pero por supuesto, las ETA no son exclusivas de los turistas ni mucho menos de México, las causantes de dolor abdominal, diarrea, nauseas y a veces fiebre, pueden ocurrir en cualquier parte del mundo, y generalmente son provocadas por productos de origen animal: carne de res, ave, pescado, huevos, lácteos o mariscos.
Como informa el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de EU (CDC), “el mundo se divide en tres grados de riesgo: bajo, intermedio y alto”.
  1. Riesgo bajo: Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Japón y Europa
  2. Riesgo medio: Europa del Este, África del Sur y algunas zonas de las islas del Caribe
  3. Riesgo alto: la mayor parte de Asia, Oriente Medio, África, México y América Central y del Sur.
El doctor Federico Rodríguez Weber, profesor de la Facultad Mexicana de Medicina de la Universidad La Salle, explicó a Mundano que “somos vulnerables por nuestro contacto con el medio ambiente, y lo hacemos básicamente con la piel, con lo que respiramos y con lo que comemos”.
“Todos los que nos movemos, nos volvemos vulnerables”, dice. Así que, amigo turista, es momento de tomar mayores precauciones.
El médico internista menciona que por el sólo hecho de cambiar la geografía y el ambiente, nos volvemos un blanco más fácil de la temperatura, flora y fauna que hay en el nuevo sitio.
El consejo de prevención general es “saber a dónde voy a ir, qué voy a hacer y sobre eso tomar precauciones para la comida, el tipo de ropa, la hidratación, etcétera”.
Gráfico: SinEmbargo
Gráfico: SinEmbargo
Al tener conocimiento de ello, hay que identificar las posibles amenazas, “hay áreas geográficas que tienen mayor riesgo, si usted viaja a África, ahí hay mucho más riesgo de tener fiebre amarilla o hepatitis C, y algunas otras enfermedades infecciosas que pueden ser transmitidas por vectores, como un mosquito.
Si voy a un lugar donde voy a esquiar, tengo riesgo de tener problemas de temperatura y problemas traumáticos, entonces me puedo prevenir teniendo el equipo necesario, etc. En las playas mexicanas tenemos también mayor riesgo de adquirir dengue, entonces llevas repelentes, algunas prendas con manga larga, pantalones.
Si voy a hacer actividades físicas, como nadar, escalar, viajes ecológicos, debo de tomar las precauciones de acuerdo a cada viaje en relación con el equipo que requiero y con las medidas personales que debo de tener”, continúa.
“No hay una norma general, pero si tomamos en cuenta el clima y los alimentos, cada uno puede armar perfectamente sus vacaciones”, dice Rodríguez Weber.

ElDiario.es ofrece cinco consejos para evitar contraer una ETA:
  • Evitar el agua del grifo. Puede estar contaminada con bacterias, parásitos y virus. También deben evitarse los cubitos de hielo. Es más seguro usar agua embotellada, que será nuestra gran aliada.
  • Si se ingiere una bebida hecha con agua, deberemos asegurarnos de que se ha hervido bien. El té y el café, por ejemplo, debe hervirse bien.
  • Evitar frutas y verduras crudas. A pesar de que se trata de alimentos tentadores, pueden haber sido lavadas con agua no potable.
  • Evitar la comida cruda o poco hecha. Carne, pollo, marisco o huevos son muy susceptibles a la contaminación y si no se cocinan bien, la presencia de bacterias está casi asegurada.
  • No comer alimentos de vendedores ambulantes. Esta práctica puede ser especialmente peligrosa porque los niveles de seguridad, higiene y preparación de alimentos suelen ser mínimos.

TURISMO ¿DE AVENTURA?

No es necesario escalar en la nieve para hacer turismo extremo. Foto: Shutterstock
No es necesario escalar en la nieve para hacer turismo extremo. Foto: Shutterstock
Distintos estudiosos han clasificado a los turistas según la elección de su destino y las precauciones que toman antes de dirigirse ahí, el sociólogo Maximiliano E. Korstanje escribió en la revista TURyDES de la Universidad de Málaga, España, un ensayo sobre lo necesario que es un nuevo modelo para comprender el riesgo turístico, pues generalmente está asociado a la falta de políticas públicas que lo protejan de forma eficiente.
“Su vulnerabilidad respecto a otros actores lo hace no solo una presa fácil para el crimen local o los ataques terroristas, sino que de su bienestar depende la industria y los miles de puestos de trabajo de los cuales depende el destino turístico”, escribe.
Menciona que hay riesgos turísticos y extra turísticos, “el primer subtipo se puede dividir en riesgos ‘asociados al servicio’, que van desde la perdida de un avión, el equipaje hasta la derivación a otro hotel por sobre ocupación o una huelga; y los asociados a ‘la seguridad personal del turista’. Los del segundo subtipo son peligros que afectan directamente y físicamente la seguridad del turista durante su estadía”.
Explica que los primeros afectan a un conjunto de empresas pero no involucran al destino, en cambio los riesgos asociados a la seguridad pueden generar una imagen negativa que afecta a toda la ciudad.
El especialista en seguridad turística enumera algunos de los peligros principales que pueden afectar la integridad de un turista:
*Virus desconocidos, enfermedades o brotes pandémicos.
*Envenenamiento por comida en mal estado.
*Ataques terroristas contra población civil
*Accidentes viales y aéreos.
*Desastres naturales y provocados por el hombre.
*Robos, estafas, ataques sexuales o crimen local
*Inestabilidad social y política.
Periódicamente el gobierno de cada país emite alertas de viaje al extranjero para advertir a sus connacionales sobre la falta de seguridad en ciertos destinos, así, actualmente el mexicano alerta sobre la situación en Egipto, Francia, Turquía, Israel, y aquellas zonas afectadas por el virus del zika.
Al contrario, las administraciones de países como Canadá, Estados Unidos y Reino Unido advierten evitar algunos estados mexicanos por problemas de seguridad relacionados con crimen organizado, violencia, desastres naturales y salud.

PREVENCIÓN DE RIE$GOS

Hay muchas opciones para reducir las posibilidades de unas malas vacaciones. Foto: Shutterstock
Hay muchas opciones para reducir las posibilidades de unas malas vacaciones. Foto: Shutterstock
Pocas personas tenemos en cuenta los imprevistos cuando se trata de planear un viaje, o en general, preferimos no armar un presupuesto. Pocos consideran también, que irse de vacaciones no implica vaciar el cochinito y regresar con las tarjetas a tope.
Carmen Márquez, coordinadora de posgrados de la Escuela de Administración de Instituciones (Esdai) de la Universidad Panamericana habló con Mundano sobre la importancia de estar conscientes de nuestra realidad financiera.
“El ahorro para los imprevistos se considera no sólo para las vacaciones, sino para la vida completa. Dentro del presupuesto debemos de tener un rubro dedicado específicamente al ahorro, tener un colchoncito que nos va a servir para lo que sea.
Realmente, tú te puedes ir de vacaciones muy tranquilo si sabes que cuentas con este colchón en el banco, y estar consciente que sólo se tienen que usar para salir de algún problema de salud, deuda, de algún compromiso”, dice en entrevista.
Y lo sabemos muy bien, si hay algo que a las personas les provoca dolores de cabeza son las desfalcos económicos, un riesgo muy común en el que los viajeros caen.
“Nuestro principal tope en cuestión de gastos es nuestro ingreso, parecería muy obvio, pero la mayoría de las personas no lo vemos. Por lo tanto, las vacaciones tienen que ir de acuerdo a la realidad financiera, con una ecuación muy sencilla: si nuestros ingresos son superiores a nuestros gastos, eso quiere decir que tenemos una salud financiera muy buena y una capacidad de ahorro, en ese caso podemos irnos a Hawaii si queremos. Si, por el contrario, los ingresos son menores que los gastos, tenemos que considerar que nuestra realidad financiera no es para irnos de vacaciones a Disneylandia, quizá vamos a Acapulco”, menciona la experta en administración.
Y continúa: “Es muy importante poder conocer nuestra realidad porque eso es muy sano, nos va a ayudar a evitar muchos quebrantos financieros, entrar en deudas sin fin y hacer una bola de nieve. Es necesario hacer este balance para conocer cuál es nuestra realidad financiera y adaptarnos a ella por muy doloroso que esto sea”.
Recomienda además la contratación de un seguro de gastos médicos mayores que tenga cobertura en el extranjero, y considerar también los ofrecidos por las aerolíneas, sobre todo en los casos específicos de personas mayores o discapacitadas.

¿ESTOY SEGURO EN EL HOTEL?

Todos los hoteles deben de contar con un protocolo de seguridad. Foto: Cuartoscuro
Todos los hoteles deben de contar con un protocolo de seguridad. Foto: Cuartoscuro
De acuerdo con Helena Rojas, coordinadora de vinculación del Esdai, “los hoteles deben tener brigada médica y de emergencia para atender a los huéspedes, y un protocolo de seguridad a seguir”
Explica que según la temporada y situaciones particulares del destino, los hoteles se preparan. “Por ejemplo, ante una ola de calor, distribuyen agua entre sus huéspedes o dejan avisos en las habitaciones para prevenir a las personas y dar recomendaciones para enfrentarla”.
Además, “por ley, los hoteles deben tener un protocolo para emergencias, como huracanes o tormentas tropicales, siempre están atentos a las instrucciones de Protección Civil, además del protocolo interno. Hay unos que desde antes que las autoridades den la instrucción, ya están protegiendo ventanas, cerrando el área de la alberca, la playa, ponen la bandera roja, deben de tener cierta cantidad de alimentos y bebidas dependiendo del porcentaje de ocupación”.
Menciona que en cuanto a seguridad, el hotel no se responsabilizará si ocurrió un incidente fuera de sus instalaciones, pero generalmente “ofrecen toda la ayuda que esté en sus manos”, y apoyan llamando a los bancos, embajadas y autoridades.
Asimismo, “si tienes un accidente dentro del hotel depende mucho de la situación. Si fue culpa del hotel, como no tener piso antiderrapante cuando sales de la alberca o no pusieron letreros de ‘piso mojado’, el hotel tiene que asumir. Pero si te cortaste rasurándote, no asume los gastos pero puede ayudarte a que resuelvas el problema”, finaliza.

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