El ecoturismo crea
oportunidades de conservación y uso sostenible de la diversidad biológica,
además de generar una importante fuente de ingreso para comunidades locales y
concientizar a los turistas sobre el respeto por el patrimonio natural y
cultural.
En la Argentina el turismo
sustentable también avanza y hay decenas de destinos disponibles para practicar
esta actividad. Aquí te presentamos cinco propuestas para tus vacaciones.
Esteros del Iberá
Los Esteros del Iberá, en la provincia de Corrientes forman el segundo humedal más grande del mundo, con una extensión de 1,3 millones de km2 (65 veces la capital federal) y con una variedad enorme de fauna y flora: más de 4000 especies acuáticas y terrestres, lo que equivale al 30% de la biodiversidad total de la Argentina.
En esta maravilla natural se pueden realizar actividades como paseos en canoas o lanchas, realizar cabalgatas o caminatas para observar la vida silvestre del humedal. Los esteros, además, representan un importante reservorio de agua dulce ya que absorben las precipitaciones, funcionando así como una enorme y eficiente presa natural.
Selva de yungas
A muy pocos kilómetros de la árida Quebrada de Humahuaca, se encuentra el espectacular paisaje de selvas de montaña conocidas como “nuboselvas” o selva de yungas. Se extienden a unos 4.000 metros de altitud y a lo largo de las laderas subandinas de Jujuy, Salta, Tucumán y Catamarca. Vírgenes debido a la inaccesibilidad de sus quebradas y profundas gargantas, las yungas son accesibles a través de los parques nacionales Baritú, El Rey y Calilegua.
Su variedad biológica es asombrosa y permite disfrutar de las alternativas conectándose con la naturaleza sin alterar el ecosistema.
Lago puelo y los alerces
Al pie de la Cordillera de los Andes se encuentra el Parque Nacional Lago Puelo y Los Alerces, que integra un complejo sistema lacustre de ríos y arroyos rodeados por bosques de coihues, cipreses y lengas, así como de añosos alerces que llegan a alcanzar los 3.000 años de vida. En materia de fauna, el parque cobija al huemul, el pudú, la paloma araucana y el gato huiña, todas especies amenazadas. A su vez, en la zona se asientan comunidades originarias como los mapuches que en muchos casos subsisten gracias al ecoturismo.