sábado, 9 de abril de 2016

¿Quieres vivir hasta los 100 años? ¡Viaja!

     © Proporcionado por Traveler            .

La ciencia demuestra que explorar el mundo nos ayuda a envejecer major

El Doctor David Lipschitz, autor de libros como Rompiendo las reglas del envejecimiento, ex director del Center on Aging de la Universidad de Arkansas y una eminencia en estos temas, ya lo dijo hace un tiempo: Viajar puede incrementar la longevidad, pues los dos factores que más inciden en ella son la salud y la felicidad, y cuando viajamos, mejoramos ambos. Todo suma: desde planear el itinerario, que mantiene nuestra mente despierta, hasta mejorar la relación con nuestra pareja gracias a cambiar de rutina (lo que nos permite reconectar con él o ella, darle nueva vida al romance e incrementar la intimidad, entre otros beneficios).

Viajar, especialmente entre los jubilados, previene la demencia y el Alzheimer y  podía disminuir también las posibilidades de sufrir de enfermedades coronarias y de depression.

El trabajo descubrió además que los hombres que no se tomaban al menos unas vacaciones anuales fuera de casa tenían un 20% más de riesgo de muerte, y sus posibilidades de padecer del corazón subían hasta un 30% con respecto a quienes sí viajaban. Los datos extraídos de las mujeres arrojaban conclusiones parecidas: aquellas que viajaban sólo una vez cada seis años tenía un riesgo más alto de sufrir un ataque al corazón que aquellas que lo hacían al menos un par de veces al año.

"Viajar por placer aumenta las actitudes positivas de la persona: mejora su estado emocional, le exige planificación y compromiso... Es decir, el viajar pone en funcionamiento todas las funciones mentales superiores del individuo, mejora su autoestima, aumenta su motivación al compartir sus nuevas experiencias, y al entrar en contacto con otras culturas, se enriquece personalmente. Todas estas "mejoras" influirán muy positivamente en su estado mental y físico

Asimismo, según las conclusiones del informe, los principales obstáculos que encuentran estos ciudadanos a la hora de viajar están relacionados con problemas económicos y de salud, y además, no les gusta embarcarse en aventuras solos, así que quienes no tienen pareja muchas veces, simplemente, se quedan en casa. Y hay que tener en cuenta que existe un amplio grupo de personas en este punto: un 10% de los encuestados estaban solteros, un 25% eran viudos y el 7%, divorciados.

Pero no perdamos al foco, y volvamos al principio: tengas la edad que tenga, ¡viaja para llegar a viejo! Y si ya estás jubilado, recuerda: "Cuando una persona mayor vuelve de un viaje que ha sido satisfactorio, aunque sea de una semana, su médico podrá observar cómo su tensión arterial está más controlada, cómo la glucosa está en su nivel óptimo, cómo el ánimo de la persona es más expansivo... En definitiva, cómo esos días de desconexión consiguen mejorar muchos parámetros de salud que los fármacos no consiguen controlar de la misma manera", resume el profesor de Psicología.

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