1. Contrariamente a lo que la mayoría suele pensar, al parecer no es Machu Picchu ‘La ciudad perdida de los Incas’. La llamada ciudad perdida hace referencia a Vilcabamba, la cual se cree se encuentra a varios kilómetros dentro de la jungla al oeste de Machu Picchu. Se cree que Vilcabamba fue uno de los refugios del Inca en donde intentó ocultarse tras la llegada de los conquistadores.
2.Es a prueba de terremotos. Sus rocas labradas encajan de manera tan perfecta que no se puede ni siquiera meter una tarjeta entre ellas. Tampoco están sujetas por concreto, por lo que en caso de sismo, las rocas ‘bailan’ entre sí, evitando el derrumbe total de las edificaciones. De no ser por esto, la mayoría de edificaciones de Machu Picchu ya hubieran colapsado.
3. Su ubicación sirve como mapa y calendario. Muchas de las montañas rodeando la ciudad sagrada marcan días importantes del calendario Inca. En la fecha precisa, el sol nace y muere sobre los picos o ‘apus’ más importantes. El mismo Huayna Picchu, con su imponente forma de flecha’ mira hacia el sur.
4. Cuando Hiram Bingham re-descubrió Machu Picchu, halló muchos tesoros y artefactos ocultos bajo la abundante maleza selvática. Llevó estos artefactos a la universidad de Yale. Si bien se reportaron 4,000 piezas en un inicio, un conteo actual estima que son en realidad más de 40,000. Muchas de estas piezas regresaron al Perú tras un acuerdo con la universidad estadounidense.
5.Para ingresar a la ciudadela, hay muchas normas a tomar en cuenta. Una de las menos convencionales prohíbe el ingreso en ropa tradicional de países extranjeros. Kimonos, o túnicas ceremoniales, por ejemplo, deben permanecer fuera de la reserva.
6.¿Descubrimiento o encuentro? Cuando Bingham se topó por primera vez con la ciudadela inca en 1911, ya habían tres familias de agricultores viviendo ahí.
7.Su nombre significa ‘Montaña Vieja’ en quechua.
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