Quien visite Japón y crea que sólo comerá pescado crudo se equivoca. Pero antes de ir a un restaurante en este país hay que pensar en lo que se quiere degustar pues cada uno ofrece comida sólo de un tipo: sushi, ramen, yakitori... Y de acuerdo a la región también hay especialidades como en el caso de Osaka e Hiroshima donde el platillo estrella es el okonomiyaki: una deliciosa mezcla de masa de harina cocinada con verduras, salsas, mariscos o carne y varios ingredientes más. Aunque se dice que son las pizzas de este país, cada ciudad tiene sus variantes en la forma de prepararlo y de comerlo.
El de la ciudad de Osaka (también conocido como la versión Kansai) se caracteriza por estar elaborada con masa de un tipo de harina llamada merikenko, que se combina con otros componentes como: col, jengibre, cebollín, carne o mariscos. Aunque en cada restaurante puede variar un poco, la característica principal es que todo se mezcla y después se cocina. Dependiendo del local, el platillo es preparado por el chef o bien por uno mismo, en una de las mesas con plancha integrada que suelen tener los restaurantes. Un buen lugar para probarlos es el Kiji, ubicado en el sótano del imponente edificio Umeda, aunque si estás en el área turística de Dotonbori hay sitios como el popular restaurante Mizuno (mizuno-osaka.com), que también vale la pena.
En Hiroshima, el estilo de esta comida difiere en que los ingredientes se colocan en capas y no mezclados entre sí. Durante la elaboración, primero se coloca la masa de harina y encima otros componentes que se van guisando al momento, como col, brotes de soya, cebollín, tocino, salsas, camarones, noodles y un huevo frito. En esta ciudad hay más de 800 restaurantes que sólo preparan okonomiyaki, pero en el área de Shintenchi, hay dos curiosos edificios que son visita obligada. Uno es el “Okonomi-mura” (okonomimura.jp), que cuenta con tres plantas y 27 puestos de comida, mientras que a su lado el “Hiroshima-mura” dispone de dos pisos y seis restaurantes. Ambos inmuebles están unidos y lo mejor es caminar por cada piso hasta encontrar el puesto que más te inspire. Una vez que se ha elegido el sitio, la idea es sentarse alrededor de una gran plancha donde el cocinero delante del cliente vierte los ingredientes y los mezcla con espátulas hasta crear la composición. Aunque el okonomiyaki se come directamente de la plancha con palillos, la experiencia no sólo es para el paladar, pues hay que mirar alrededor y recrearse con los olores y colores de todo lo que ocurre en el establecimiento.
Sin duda ambas opciones tienen lo suyo, pero para dar el veredicto no hay más que probar de primera mano y descubrir cuáll es el favorito.
Tip.
Además de la gastronomía que ofrecen, vale la pena descubrir ambas ciudades, a las cuales se puede acceder con facilidad gracias a la eficaz red de transportes que tiene Japón. Entre Hiroshima y Osaka hay varias conexiones de trenes que en promedio tardan alrededor de 80 minutos en llegar de una urbe a la otra.
Artículo publicado en la edición de abril 2016 de National Geographic Traveler.
Lee: Perú y Japón en un mismo bocado
El de la ciudad de Osaka (también conocido como la versión Kansai) se caracteriza por estar elaborada con masa de un tipo de harina llamada merikenko, que se combina con otros componentes como: col, jengibre, cebollín, carne o mariscos. Aunque en cada restaurante puede variar un poco, la característica principal es que todo se mezcla y después se cocina. Dependiendo del local, el platillo es preparado por el chef o bien por uno mismo, en una de las mesas con plancha integrada que suelen tener los restaurantes. Un buen lugar para probarlos es el Kiji, ubicado en el sótano del imponente edificio Umeda, aunque si estás en el área turística de Dotonbori hay sitios como el popular restaurante Mizuno (mizuno-osaka.com), que también vale la pena.
En Hiroshima, el estilo de esta comida difiere en que los ingredientes se colocan en capas y no mezclados entre sí. Durante la elaboración, primero se coloca la masa de harina y encima otros componentes que se van guisando al momento, como col, brotes de soya, cebollín, tocino, salsas, camarones, noodles y un huevo frito. En esta ciudad hay más de 800 restaurantes que sólo preparan okonomiyaki, pero en el área de Shintenchi, hay dos curiosos edificios que son visita obligada. Uno es el “Okonomi-mura” (okonomimura.jp), que cuenta con tres plantas y 27 puestos de comida, mientras que a su lado el “Hiroshima-mura” dispone de dos pisos y seis restaurantes. Ambos inmuebles están unidos y lo mejor es caminar por cada piso hasta encontrar el puesto que más te inspire. Una vez que se ha elegido el sitio, la idea es sentarse alrededor de una gran plancha donde el cocinero delante del cliente vierte los ingredientes y los mezcla con espátulas hasta crear la composición. Aunque el okonomiyaki se come directamente de la plancha con palillos, la experiencia no sólo es para el paladar, pues hay que mirar alrededor y recrearse con los olores y colores de todo lo que ocurre en el establecimiento.
Sin duda ambas opciones tienen lo suyo, pero para dar el veredicto no hay más que probar de primera mano y descubrir cuáll es el favorito.
Tip.
Además de la gastronomía que ofrecen, vale la pena descubrir ambas ciudades, a las cuales se puede acceder con facilidad gracias a la eficaz red de transportes que tiene Japón. Entre Hiroshima y Osaka hay varias conexiones de trenes que en promedio tardan alrededor de 80 minutos en llegar de una urbe a la otra.
Artículo publicado en la edición de abril 2016 de National Geographic Traveler.
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