Si ahora hay una pregunta que monopoliza todas las conversaciones, esa es: ¿cuándo tienes vacaciones? Sí, ya estamos con el chip pasaporte + hotel + billete + desconexión. Y no es para menos, porque ese ansiado descanso está a la vuelta de la esquina. Pero ya sabemos que no todo va sobre ruedas cuando se trata de viajar. Por eso, hemos reunido los 10 errores más comunes que pueden arruinar tu escapada ¡y que debes evitar a toda costa!
1.Exceso de equipaje. No vale vaciar el armario para llenar la maleta. Tranquila, que con una prenda de la familia ‘por si acaso’ es suficiente. Si para cerrarla necesitas sentarte encima, piensa en ese momento a la hora de embarcar en el que te dicen que llevas exceso de equipaje ¡y que toca pagar! ¿Verdad que no hace falta llegar a ese extremo? Pues antes de salir de casa, comprueba que no superas el límite impuesto por la aerolínea con la que viajas (tanto el peso como las medidas de la maleta) y no te lleves sustos innecesarios.
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2.Viajar indocumentado. Si hay algo que nos da verdaderamente miedo es llegar al mostrador de facturación y darnos cuenta de que no llevamos la documentación para viajar. Ya sea el DNI (en caso de que tengas un vuelo doméstico o a algún país de la Unión Europea) como el pasaporte, si piensas ir más allá. Aunque como consejo, no está de más ir siempre con el pasaporte. Más que nada, porque si te roban o pierdes el DNI durante el viaje, te ahorras más de un dolor de cabeza a la hora de volver.
3.No tener el pasaporte en regla (o no tramitarlo a tiempo). Pero si eres de las que revisan hasta cuatro veces que lleva consigo toda la documentación, también te tienes que fijar en la fecha de validez. Como informa el Cuerpo Nacional de Policía, con carácter general, “el pasaporte tendrá una validez improrrogable de cinco años si el titular tiene menos de treinta en la fecha de su expedición, y de diez años, cuando haya cumplido esa edad”. Pero atención. Hay países que “exigen al menos seis meses de validez restante para entrar”. Por otro lado, “hay países que exigen que los pasaportes tengan suficientes páginas en blanco para los visados”, recuerda Lonely Planet.
4. Olvidarte del visado. Según la misma compañía especializada en guías de viaje, “hay países que exigen varias semanas para emitirlo”. Para asegurarte de qué país lo requiere y cuáles son las condiciones de cada uno, consulta la página web del Ministerio del Interior.
5. Ir con prisas. Pueden ser muy traicioneras, sobre todo antes de embarcar. Mejor curarse en salud y salir de casa o del hotel con el tiempo suficiente para pasar el control de seguridad, las colas de facturación y el embarque tranquilamente. Que bastante nerviosa ya irás por el vuelo en sí.
6. Conexiones con poco tiempo de diferencia. A nadie nos gusta pasarnos horas en el aeropuerto esperando a que salga el próximo vuelo. Pero si no reservas los enlaces con suficiente tiempo de diferencia entre uno y otro, puedes pasarlo (muy) mal. Imagínate que aterrizas con dos horas de retraso y pierdes la conexión con tu ansiado destino. Mucho peor que tener que esperar en el aeropuerto, ¿no? Asegúrate de que la escala que harás dura al menos una hora y media o dos, como aconsejan desde Skyscanner, porque si algo sale mal, solo dependerá de ti. Lo dicho, las prisas nunca son buenas. Y todavía menos en vacaciones.
7. Pasarte con el alcohol antes de despegar. Aunque creas que una copa de vino relajará ese tembleque pre vuelo, en realidad te puede provocar problemas a la hora de subir al avión. Sobre todo, si no controlas el número de copas. Pueden, incluso, dejarte en tierra.
8. Reservar el alojamiento demasiado lejos. Sí, la ubicación es esencial para no perder tiempo ni dinero. Es importante comprobar que el hotel, hostal o apartamento no esté muy lejos del centro o de la zona que quieras visitar, porque como bien explican desde Lonely Planet, a veces lo que te ahorras en el alojamiento lo acabas gastando en transporte.
9.No leer la letra pequeña de las reservas. Hay que fijarse en todos los detalles del alojamiento para que después no nos llevemos ninguna sorpresa. Por ejemplo, ¿aceptan mascotas? ¿Tiene aire acondicionado? ¿Está bien comunicado? No te dejes encandilar por el precio y lee más allá.
10. Querer hacer demasiado. ¿Cuántas veces has dicho “necesito unas vacaciones para descansar de las vacaciones”? No hace falta que empieces el viaje estresada pensando en todo lo que tienes que hacer…ni acabarlo más cansada que nunca. Aprovecha el tiempo pero con cabeza. Disfruta de la tranquilidad, sin las ansias de ir de un lado a otro y tómate tu tiempo para descansar y descubrir a partes iguales.
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